Tras un Yubá


Bomba
de hueso en hueso consumida,
raíz rítmica exaltante,
se mueve la tierra
con tus tambores,
aire en círculos tocados,
bandada percusiva de piel,
vibrante pájaro,
tus sonidos son
gotas inagotables,
estampida de faldas ancestrales,
visita constante,
abrecaminos,
catalizas presencias
elementales
entre mis pies,
continúas nutriendo
mis caderas
con definición de lucha,
sensual transitas mi espíritu
sin reservas,
sin pensamientos.

Bomba!

Habítame siempre el corazón,
cultiva este latir caribeño
hasta sudar azúcar
y encontrar mi cuerpo
en pura música.
Antillana soy
y tu me evolucionas adentro
y luego, centrífuga, te liberas
hacia todo el universo!

"Rulé, rulé, rulé sondá,
repícame la bomba rulé sondá"

Juego de duendes


Tal vez la poesía
tal vez sea ella
inunda túneles memoriosos
los salpica de luciérnagas
y éstas
alumbran imposibles
naciendo musas selectas
entre aristas con recovecos
silba noches tras desvelos
no parpadea ni duerme
camina entre los inciensos


el verso, ese musgo inquieto
dilucida sensaciones
y las lanza al cielo
erige torres con fuego
para lenguas incrédulas
de la arena del destiempo

estrofas en tropel
ahogan el trajín de la garganta
se tiran por balcones
con sabanas
amarradas al silencio

ha de ser ella
poesía fabulosa
encantadora encantada
con distancias
y huellas en la espalda
y besos personificados
en lunas fantásticas
en rostros asomados
a vidas pasadas
por ventanas de otros rostros
donde es absoluto el posible
y bifurcar es paralelo
y palabra es espejo
jugando a reflejar
a ser completa imagen
con desiertos y ríos de sueños,
es ella, es ella!
poesía enrevesada
jugadora experta
mezcladora incansable
bajo siluetas caminadas
la que me visita
la que me provoca
la que me da vida
ilimitada y desnuda bailarina
de lo cotidiano y lo inverosímil
debe ser ella,
aparecida como ave
sobrevolando tu nombre
con una sonrisa, en un instante, con un destello.

Dharma Agustina Padrón Daly abril 21 2007

Feli(z)no

Silencioso felino
inviertes tus señales
y esta fuga
revuelca nervios
enredados
repitiéndose
aún sin acabarse
desimantando
soledades
en la oscura planicie del espiral mundano.

“El espejo que soy me deshabita”- Octavio Paz

soy como soy

moviéndome,
recorriendo ciudades
y escombros con voz arena,
halando sogas gruesas de la tierra profunda,
estómagos de universos insondables

soy como no soy

asomada a la agonía naranja del día
caen estrellas originales,
lengua acariciando ternura
bajo las botas del llanto,
ininteligible intangible
como cielo de costillita
como marfil salvado y sin fauces

sin comprender totales,
sin alcanzarles por siempre,
sintiendo la frágil hoja
en su desvelo de espejo,
cuerpo rugiente,
madera acostada en el fuego,
fuego hereje volátil temerario.

Cruzan balaceras,
mortales preguntas
de un ombligo sin dioses
tragando su cordón
sin masticarlo,
serpiente cósmica
en mi centro físico,
vida esta de estruendos muertos,
desamparado
continuo dejar ir
la ansiedad nueva,
cola de toda respuesta,
cometa en mi pequeña pesadilla de ser sueño cambiante
con nuevas sonrisas y la vieja pesadumbre : la certeza de un mero estar…

Y la duda tras la certeza.