02 septiembre 2006

Ordenando al desorden




Detenme si puedes.

Cae dentro de una gota mísera
y resbala con todas tus intenciones
bien puestas,
quita la raíz
a lo eterno de los ojos,
dispara un zumbido de interrogaciones,
corta el rayo más sangriento,
pega un árbol al cemento con el desastre de tu boca,
degrada todo lo imposible,
trépate
con todas las trampas
de lo incierto,
métete cohoba en las uñas y tortura,
tortura sonriendo,
desgracia la flor de un suspiro,
quítale el aire al que tiene derecho,
corrompe como una tempestad del moho y la mentira,
elévate a lo indecible para que nadie pueda aliviarse,
destroza las almas con toda tu rabia de niño,
corta,
corta la alegría como un cuchillo esquizofrénico,
maldice desde el centro,
espanta los umbrales más silenciosos,
llégale a la niebla,
entierra pies
y narices
y orejas;
en la nieve,
desilusiona sin complejos de culpa
(total tú no fuiste)
golpea la claridad de los transparentes,
conspira bajo los pántanos,
destruye el amor del inocente,
no le permitas creer ni crecer,
convoca la angustia a través de las multitudes,
de lo múltiple,
de lo extraordinario,
siembra cenizas en cada patio despierto,
escóndete detrás de la belleza
y traiciona hasta los huesos,
pelea contra el universo conspirador,
refiere los sentidos a la nada,
vuelve hacia lo ínfimo
del olvido…

!inténtalo...!
Para que todo te vuelva como una burla…
y se quede solo en ti.


Dharma Agustina Sep/2000

1 comentario:

Antonio Mundaca dijo...

lineas de pez blanco